Aproximadamente 40 cm: ese es el espacio que ocupa un salvaescaleras clásico (por ejemplo, una silla salvaescaleras) en su posición plegada. Al mismo tiempo, el Código Técnico de la Edificación (CTE) y el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) establecen que, en edificios residenciales, debe garantizarse un ancho mínimo de paso de 100 cm y un ancho libre residual de 60 cm.
La normativa de protección contra incendios, que considera la escalera como una vía de evacuación, no permite su instalación en escaleras con menos de 1 metro de ancho sin una solución adecuada. ¿Qué opciones existen y qué normativa se aplica en viviendas particulares?
¡Te lo explicamos!
La normativa de protección contra incendios contempla otros aspectos que deben cumplirse para que la instalación de un salvaescaleras sea aprobada y no genere problemas legales o de seguro en caso de emergencia.
La instalación del salvaescaleras no debe afectar la seguridad del tránsito en la escalera.
El pasamanos de la escalera debe seguir siendo completamente utilizable a pesar de la presencia del salvaescaleras.
Debe ser posible mover manualmente el salvaescaleras en caso de emergencia para garantizar una evacuación segura.
Cuando no esté en uso, el salvaescaleras debe permanecer en una posición de estacionamiento para no obstruir el paso.
Según la normativa española (Ley de Arrendamientos Urbanos y Real Decreto Legislativo 1/2013 sobre derechos de las personas con discapacidad), el inquilino tiene derecho a solicitar ajustes razonables para garantizar un acceso sin barreras a su vivienda cuando exista un interés legítimo. Este interés se reconoce, por ejemplo, cuando la medida de accesibilidad evita o reduce las limitaciones derivadas de una discapacidad, permitiendo la plena participación del inquilino o de sus convivientes en la vida social.
No importa en qué momento surja la discapacidad: puede presentarse antes del inicio del contrato o durante la vigencia del mismo. Del mismo modo, el derecho a un entorno accesible se extiende también a las personas que vivan con el inquilino, aunque no sean parte formal del contrato.
Se recomienda consultar con el ayuntamiento o la comunidad autónoma para conocer el procedimiento y los plazos de inspección.
Nuestros asesores especializados en toda España realizan una evaluación de la viabilidad de instalación de salvaescaleras en su domicilio o edificio. Este servicio es completamente gratuito y sin compromiso. Además, la elaboración del presupuesto también es gratuita.
Le asesoramos sobre las posibilidades de financiación y subvenciones para su salvaescaleras. Trabajamos con proveedores locales certificados para garantizar la mejor solución para usted.
Consulte con nosotros para conocer las ayudas disponibles en su comunidad autónoma.
Si la instalación de un salvaescaleras no es posible sin incumplir la normativa de protección contra incendios, es recomendable evaluar alternativas.
En España, la normativa sobre incendios se regula a nivel estatal a través del Código Técnico de la Edificación (CTE) y el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI). Sin embargo, algunas Comunidades Autónomas pueden establecer requisitos adicionales dentro de sus normativas locales.
El Código Técnico de la Edificación (CTE) es el marco normativo que regula las exigencias de seguridad y accesibilidad en la construcción de edificios en España. Define, por ejemplo, los requisitos de anchura de las escaleras, los sistemas de evacuación y las condiciones para la instalación de salvaescaleras o elevadores.
El cumplimiento de la normativa de protección contra incendios es un requisito obligatorio para obtener la autorización de instalación de un salvaescaleras en edificios sujetos al CTE y RIPCI.
En viviendas particulares, aunque las normativas sean más flexibles, el incumplimiento de ciertos requisitos podría afectar la cobertura del seguro en caso de incendio o accidente.
Cada Comunidad Autónoma sigue el marco del Código Técnico de la Edificación (CTE), pero puede establecer normativas complementarias. Estas regulaciones incluyen aspectos como la seguridad en las escaleras, vías de evacuación y accesibilidad para personas con movilidad reducida. Se recomienda consultar con el ayuntamiento o la consejería de urbanismo de su comunidad autónoma para conocer las normativas específicas aplicables.
Las siguientes normativas regulan el comportamiento al fuego de los materiales de construcción y su clasificación en términos de resistencia y seguridad:
Es recomendable asegurarse de que cualquier instalación cumpla con estas normativas para evitar problemas legales o de seguridad.