Una plataforma elevadora es la solución ideal para todas aquellas personas que dependen de una silla de ruedas o de una ayuda para caminar (por ejemplo, un andador). Gracias a su plataforma suficientemente amplia y transitable, es posible superar las escaleras por cuenta propia. Descubra aquí en qué debe fijarse al comprar una plataforma elevadora, cuáles son los requisitos de instalación, cómo solicitar subvenciones y cuándo el alquiler puede resultar una alternativa a la compra o a la compra de segunda mano. Además, nuestros socios revisan la viabilidad de instalar una plataforma elevadora tanto en viviendas unifamiliares como en edificios de varias plantas.
El funcionamiento de una plataforma elevadora para usuarios de silla de ruedas se basa en un motor, rampas plegables y una plataforma antideslizante por la que se puede circular. Dependiendo del modelo, la capacidad de carga puede alcanzar hasta 300 kg, estando disponible en varios tamaños. Muchas plataformas elevadoras incorporan además un asiento abatible, permitiendo su uso a personas que no emplean silla de ruedas. El control del elevador se realiza mediante un panel de mando o un control remoto.
Además de la instalación, existen diversos aspectos que debes tener en cuenta: la colocación del elevador en edificios de varias viviendas, la posibilidad de probarlo antes de comprar, la adaptación completa de la vivienda para personas con movilidad reducida y las alternativas más adecuadas si no necesitas transportar silla de ruedas. A continuación, encontrarás toda esta información de manera resumida y práctica.
Las plataformas elevadoras para escaleras rectas suelen ser significativamente más económicas que los modelos diseñados para escaleras con curvas. La unidad de desplazamiento no difiere demasiado entre una variante y otra; la principal diferencia radica en el sistema de rieles, que en las escaleras curvas debe fabricarse a medida.
Por lo general, las plataformas elevadoras se instalan en un sistema de doble raíl, el cual ofrece una gran capacidad de carga. Dicho sistema se fija a los peldaños o a la pared. Si la plataforma debe cubrir varias plantas o curvas, se suelen requerir guías fabricadas a medida.
Las puertas de entrada de casas o edificios públicos no siempre están al mismo nivel. En estos casos, las plataformas elevadoras pueden garantizar la accesibilidad. Los modelos para uso exterior destacan por su gran resistencia a la intemperie y cuentan con electrónica de accionamiento sellada. Los rieles están fabricados en aluminio inoxidable.
Las plataformas elevadoras requieren, por lo general, más espacio. Si la anchura de la escalera no resulta suficiente, los elevadores de techo, los elevadores de corto recorrido y los ascensores verticales pueden ser opciones más compactas para usuarios de silla de ruedas. Aquellas personas que NO dependan de una silla de ruedas deberían informarse sobre sillas elevadoras y elevadores de pie.
Fabricantes y recomendaciones: Lifta, TK Elevator, Stannah
Área de uso | Versión | Precio |
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Interior / Exterior | Versión recta | 10.000 – 15.000 € |
Interior / Exterior | Versión curva | 12.000 – 20.000 € |
Quien considere demasiado costosa la compra de una plataforma elevadora, tiene la opción de alquilarla. No obstante, el alquiler solo resulta interesante si el salvaescaleras se necesita por un período corto de tiempo. Incluso en ese caso, se debe valorar si financieramente compensa frente a la compra. ¿La razón? Para cubrir la instalación, el mantenimiento y el desmontaje al finalizar el contrato, la mayoría de los distribuidores exigen un pago inicial de hasta el 50 % del precio de compra. En escaleras curvas, además, hay que contar con costes adicionales por los rieles a medida.
Incluso un modelo de segunda mano no siempre resulta rentable. Al tratarse de un producto técnico usado, los gastos de mantenimiento tienden a ser más elevados. Además, no está garantizado que los rieles usados sean compatibles con la nueva ubicación. Por ello, desaconsejamos la compra a particulares.
Costes de una plataforma elevadora de segunda mano:
Ya sea un modelo usado o nuevo, no es necesario pagar el total de la plataforma elevadora con fondos propios. Bajo ciertas condiciones, se pueden solicitar subvenciones y ayudas para la eliminación de barreras arquitectónicas.
Aproveche la posibilidad de deducir la parte que usted mismo paga al comprar (o alquilar) el salvaescaleras en su declaración de la renta. Tras restar todas las subvenciones, la cantidad resultante puede incluirse como gasto extraordinario en la declaración. Se tendrá en cuenta descontando la parte mínima que se considera asumible. Las personas con discapacidad pueden, alternativamente, aplicar la deducción anual correspondiente al grado de discapacidad.
¿Aún tienes dudas sobre las plataformas elevadoras? No dudes en contactarnos directamente. Nuestros asesores podrán orientarte de forma sencilla por teléfono, sin ningún compromiso ni coste adicional. ¡Te lo garantizamos!
El precio de una plataforma elevadora de interior, en su versión estándar, suele oscilar entre 10.000 y 15.000 euros.
Con la compra de una plataforma elevadora usada se puede ahorrar hasta un 60 % en comparación con el precio de un modelo nuevo. Si, por ejemplo, una plataforma nueva cuesta 13.000 euros, adquirirla de segunda mano podría reducir el precio hasta unos 7.800 euros.
Las medidas estándar suelen situarse entre 75 cm x 68 cm y 100 cm x 80 cm. En caso de necesitar un modelo más grande o más pequeño, se puede optar por uno personalizado, aunque esto implique un coste superior debido al aumento de materiales y tiempo de producción.
Entre los fabricantes más populares destacan la empresa austriaca Lifta y el grupo industrial alemán Thyssenkrupp. Ambas ofrecen plataformas elevadoras con precios de gama media.
En España no existe un único organismo que centralice todas las ayudas, sino que varían según la Comunidad Autónoma y el municipio. Algunas de las posibles fuentes de subvención o ayudas son:
La cuantía y los requisitos pueden variar significativamente en función de cada caso, por lo que se recomienda consultar directamente con la administración local o con asociaciones de personas con discapacidad para informarse sobre las ayudas disponibles.
Se recomienda que la huella de la escalera (zona de paso) sea de al menos 0,9 m y que el ancho total del hueco de la escalera alcance unos 2,13 m.
Aunque un elevador de corto recorrido (hublift) también dispone de una plataforma para elevar y transportar cargas de forma segura, solo puede moverse en vertical. Es decir, funciona como una plataforma hidráulica que asciende de manera recta. En cambio, la plataforma elevadora puede desplazarse en inclinación (subida vertical y horizontal a la vez), por lo que se considera un salvaescaleras inclinado. Dependiendo de las condiciones de la vivienda, se elegirá uno u otro. Puesto que la construcción de un elevador de corto recorrido es más sencilla, suele resultar también más económico.
Al igual que en los salvaescaleras convencionales, principalmente existen dos sistemas de control para las plataformas elevadoras. Puede instalarse un interruptor empotrado, que una persona de apoyo maneja, o bien la persona transportada puede controlar directamente la plataforma mediante un mando a distancia (por radiofrecuencia o por cable). En cuanto a costes, la integración de un sistema de control u otro apenas influye en el precio total, aunque la instalación de un interruptor empotrado puede requerir obra adicional.