El homelift o ascensor unifamiliar resulta perfecto para quienes desean combinar funcionalidad y estética. Se diferencia de un ascensor convencional únicamente en pequeños detalles, algo que muchos propietarios valoran especialmente. Infórmese sobre precios, requisitos de instalación y las alternativas de compra o alquiler de un homelift.
Para poner en marcha un homelift, basta con contar con un enchufe doméstico estándar. Sin embargo, el tipo de accionamiento puede variar según el modelo. Actualmente, existen tres sistemas principales de tracción: hidráulico, husillo y cable. Para inmuebles comerciales, de cuidados o con varias plantas, recomendamos un homelift con cilindro hidráulico. Si bien requiere una bomba de aceite y, por ende, una sala de máquinas, este motor hidráulico transmite grandes fuerzas de forma segura. Para alturas más bajas, pueden emplearse sistemas de husillo o de cable.
Un homelift destinado a una sola planta suele funcionar sin foso, facilitando así su instalación posterior. La tecnología se encuentra en el techo de la cabina, quedando de fácil acceso para el servicio técnico. Para llamar al homelift, se instala un sistema de llamada similar al de un ascensor (sobresaliente o empotrado). La operación en el interior de la cabina se realiza por medio de un panel de control.
Descubra cómo se integran los ascensores residenciales en diferentes tipos de vivienda y conozca las ventajas de cada modelo de la mano de marcas líderes.
Si las escaleras son demasiado estrechas, empinadas o curvas, instalar un ascensor residencial puede ser la mejor opción. A diferencia de un elevador inclinado que se fija a unos rieles y sigue el trazado de la escalera, un homelift transporta a los pasajeros en una cabina de manera vertical hasta la planta deseada. Existen modelos especialmente compactos que apenas requieren 0,8 m² de espacio.
Más allá de su valor práctico para personas con movilidad reducida, la instalación de un ascensor residencial influye de forma positiva en la valoración de la propiedad, pudiendo incrementarla hasta un 10 %. En edificios con varias viviendas, se puede instalar para dar servicio hasta 6 plantas. Además, la adaptación posterior no presenta ninguna complicación.
Asegúrate de que la instalación, el mantenimiento, las posibles reparaciones y el desmontaje al final del contrato estén definidos como servicios incluidos en el contrato de alquiler.
Dado que el ascensor residencial (o homelift) lleva relativamente poco tiempo en el mercado, resulta complicado encontrar unidades usadas de alta calidad. Aun así, no dude en consultarnos. Si disponemos de algún modelo adecuado en nuestro inventario, estaremos encantados de analizar junto a usted la viabilidad de la instalación.
Importante: En la actualidad, no es posible alquilar un homelift.
El aspecto que más llama la atención a las personas usuarias es la velocidad. Mientras un ascensor común alcanza una media de 1,5 metros por segundo, un ascensor residencial (o homelift) se mueve a un máximo de 0,15 m/s.
El ascensor más rápido del mundo está en la Torre de Shanghái (en la ciudad del mismo nombre) y viaja a 20,5 m/s, lo que equivale a 73,8 km/h.
Otra gran diferencia se observa en la altura de recorrido. Un homelift está limitado en este sentido, aunque los modelos con sistema hidráulico pueden llegar a cubrir hasta 30 metros. Un ascensor convencional, por el contrario, puede construirse prácticamente sin límite de altura. Eso sí, su sistema requiere una altura mínima de instalación, normalmente en torno a 1,80 metros.
El ascensor del Shanghai Tower no solo es el más rápido del mundo, sino también el que alcanza la mayor altura: 578,5 metros, equivalentes a 121 plantas.
La capacidad de carga es otro factor clave. No es raro encontrar ascensores convencionales con 600 kg de capacidad. Aunque existen homelifts que casi llegan a 500 kg, la mayoría de modelos residenciales se sitúan en torno a 300 kg, mientras que los sistemas que no están preparados para sillas de ruedas suelen rondar los 200 kg.
Como es de esperar, todas estas características influyen en el precio. El coste de un ascensor residencial suele ser más bajo debido a que no requiere grandes obras de instalación ni reformas complejas.
Por último, en las viviendas privadas no es obligatoria la inspección técnica periódica de la misma forma que sucede con un ascensor de uso público o comunitario. Para los propietarios de un ascensor residencial, esto se traduce en menos trámites y gastos de mantenimiento.
Aunque se trate de una solución relativamente rentable, la instalación de un ascensor residencial sigue siendo una inversión importante. Para facilitarle la decisión, existen bancos, así como organismos públicos y semipúblicos, que ofrecen diferentes opciones de financiación y subvenciones en España.
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El precio de un ascensor residencial para desplazar personas hasta una sola planta suele partir de unos 15.000 euros. Si el homelift ha de cubrir varias plantas, conviene calcular entre 40.000 y 60.000 euros.
Estos sistemas fueron el punto de partida de la llamada «era de los homelifts» a principios de los 2000, pero hoy en día se consideran obsoletos. Los ascensores residenciales modernos cuentan con sistemas de mando similares a los de un ascensor convencional, donde basta con presionar el botón para iniciar el trayecto.
Mientras el sector de los ascensores sigue buscando opciones económicas para la instalación posterior, el homelift ya ofrece un sistema muy desarrollado a un precio moderado. Además, su instalación se puede realizar tanto en interiores como en exteriores.
La mayoría de los modelos de ascensores residenciales de distintos fabricantes pueden montarse de forma segura, tanto en el interior como en el exterior de una vivienda.
Un homelift estándar, pensado para uso doméstico, suele cubrir una o hasta dos plantas. Sin embargo, los fabricantes ofrecen modelos especiales capaces de llegar a 6 plantas, pensados para viviendas de varias alturas o necesidades más exigentes.